Johan Forssell cree que la revelación debe ser una llamada de atención a la sociedad sobre el contenido que consumen los menores Johan Forssell cree que la revelación debe ser una llamada de atención a la sociedad sobre el contenido que consumen los menores
«Conmocionado y horrorizado». Así se ha mostrado el ministro de Migraciones de Suecia, Johan Forssell, tras descubrir que su hijo adolescente es miembro de … grupos extremistas de ultraderecha. El político ha contado este jueves que el servicio de seguridad sueco (Säpo) se había puesto en contacto con él para informarle sobre las actividades del menor de 16 años.
Forsell, miembro de un partido de centroderecha que lidera un gobierno que depende del apoyo de la formación ultra Demócratas de Suecia, ha confesado que decidió hacerlo público después de que la revista ‘Expo’ publicara que «un pariente cercano de un ministro sueco» militaba en la extrema derecha violenta.
A pesar de que tenía agregado a su hijo en redes sociales, donde el joven seguía a perfiles de activistas e ‘influencers’ de ultraderecha, ha asegurado que no tenía conocimiento de las compañías del chico hasta que fue informado por los agentes. Y ha dejado claro que su hijo, cuyo nombre no ha sido hecho público, no es sospechoso de ningún delito.
«Profundamente arrepentido»
«Como padre, estás conmocionado, horrorizado. Tengo un hijo de 15 años que acaba de cumplir 16 y está profundamente arrepentido», ha exprersado el ministro en declaraciones a la cadena TV4. «Estas actividades han terminado, pero nuestras conversaciones, por supuesto, continuarán».
En sus redes sociales, Forssell ha expresado su esperanza de que esto sea una revelación para otros padres, afirmando que su hallazgo familiar revela un problema social más grave: «¿Cuánto sabemos realmente sobre lo que hacen nuestros hijos en las redes sociales y cómo podemos protegerlos de ser arrastrados a algo que no queremos?».
La extrema derecha tiene relevancia en el país escandinavo desde hace tiempo, pero en los últimos años ha crecido con fuerza el paoyo entre la juventud. El número de grupos ultras activos en Suecia está en su punto álgido desde 2008 y los Demócratas de Suecia, con raíces en el neonazsimo, son la segunda fuerza política en el Parlamento. Un resultado que les ha permitido ser claves en la formación del Gobierno de coalición liderado por el Partido Moderado (PM), pero no entrar en el Ejecutivo. Se limitan a dar un apoyo externo.
Forssell, ministro del PM, defiende que ha decidido hablar en público para preservar la intimidad de su hijo. «No se trata de protegerme a mí como político, se trata de proteger a un menor», se ha excusado. Aunque no ha servido de mucho, la oposición pide su comparecencia en el Parlamento y pregunta cuánto sabía el Gobierno sobre las actividades del adolescente.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha afirmado que todavía mantenía confianza en Forssell. «Ha actuado como un padre responsable debe hacerlo cuando se entera de que su hijo está haciendo algo mal y está en mala compañía», justifica el mandatario.
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