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Aún faltan dos años para las próximas elecciones presidenciales, pero Francia vivió este domingo con la mirada puesta en esa cita con las urnas. Porque … el acto en apoyo a la ultraderechista Marine Le Pen coincidió con un mitin en Saint-Denis del partido del presidente Emmanuel Macron. Ese acto estuvo encabezado por el exprimer ministro Gabriel Attal, con aspiraciones para estar presente en la próxima carrera hacia el Elíseo, a la que no podrá presentarse Macron debido a la limitación constitucional de dos mandatos.
«Si uno roba, tiene que pagar por ello», dijo Attal refiriéndose a la malversación de 4,5 millones de euros del Parlamento Europeo por parte de su rival ultraderechista Agrupación Nacional. Este joven dirigente de 36 años fue el principal reclamo de ese acto, que el partido presidencial tenía previsto desde hacía meses. Attal aspira a representar el macronismo en 2027, aunque otros dirigentes del mismo espacio, como Édouard Philippe -fue el responsable del Ejecutivo entre 2017 y 2020-, cuentan con una mayor intención de voto, según los sondeos.
Contramanifestación
Una parte de la izquierda no quiso ser menos y organizó una contramanifestación en respuesta a la concentración en la capital en apoyo a Le Pen. «Me parece grave que un partido pida a la gente que se manifieste contra la justicia», esto «supone salir del marco de la democracia», dijo a este periódico Manuel, de 42 años, un militante de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos) presente en la plaza de la República en París.
Dirigentes insumisos y de los verdes participaron en ese acto, al que no asistieron representantes socialistas ni comunistas. Fue un reflejo de la actual división de la izquierda en un momento en que parece arrancar la larga precampaña para las próximas presidenciales.
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