El lugar del encuentro es una incógnita aunque el jefe del Kremlin, con una orden de arresto internacional, apuesta por Emiratos Árabes El lugar del encuentro es una incógnita aunque el jefe del Kremlin, con una orden de arresto internacional, apuesta por Emiratos Árabes
Todo en marcha para que Vladímir Putin y Donald Trump se vean las caras. El asesor del jefe del Kremlin en política exterior, Yuri Ushakov, … informó este jueves que los equipos diplomáticos ruso y estadounidense «están empezando a prepararse para una importante reunión» entre los presidentes de las dos superpotencias y han iniciado contactos para acordar su agenda de trabajo. Moscú quiere que el encuentro se celebre la «próxima semana», entre el 10 y el 15 de agosto, aunque asume que podría retrasarse. «Es difícil predecir cuántos días tomarán sus preparativos», reconoció.
El propio Putin expresó este jueves su deseo de reunirse con Trump: «El interés es compartido por ambas partes». Será el primer encuentro del presidente ruso con un inquilino de la Casa Blanca desde la cumbre Ginebra, en el verano de 2021, cuando se vio con Joe Biden. Tras el comienzo de la invasión de Ucrania en febrero de 2022, la relación entre Washington y Moscú se fue a pique y solo se mantuvo por los cauces propios de la seguridad internacional hasta el fin del mandato del demócrata, con un contacto regular entre los canales militares y diplomáticos -en más de una ocasión estuvo en riesgo de cerrarse- y una enemistad declarada entre los dos dirigentes.
Trump ha roto esta incomunicación en al menos seis conversaciones telefónicas con el jefe del Kremlin desde su llegada al Despacho Oval el pasado enero. Desde entonces el magnate ha oscilado de la conciliación a la amenaza y, de nuevo, a un término intermedio, donde se encuentra ahora. No tiene un cara a cara con Putin desde junio de 2018, cuando ambos se encontraron en Helsinki y mostraron buena sintonía, lo que generó críticas al líder republicano en Estados Unidos. Si la próxima cita sale bien puede ser un «acontecimiento histórico», subrayó el director del Fondo Ruso de Inversión Directa, y hombre de confianza del jefe del Kremlin, Kiril Dmítriev.
Evitar riesgos
Ushakov explicó que el lugar de la futura reunión ya está acordado aunque no lo especificó. Putin ha deslizado que un sitio adecuado sería Emiratos Árabes Unidos, a cuyo líder, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, recibió precisamente este jueves en el Kremlin. El emplazamiento de la cita no resulta baladí. El presidente ruso tiene una orden de detención por parte de la Corte Penal Internacional y quiere evitar a toda costa cualquier riesgo de ser arrestado y extraditado. Hasta ahora ha demostrado más prudencia que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre quien pesa una orden similar por presuntos crímenes de guerra en Gaza, pero que no tuvo inconveniente en viajar y pasearse por Washington durante su visita a la Casa Blanca hace un mes.
Parece poco probable que Trump considere ir a China o a países del Este europeo alineados con Rusia (como Bielorrusia o Serbia) para hablar con Putin. Una alternativa podría ser Turquía, que ha destacado como uno de los actores más importantes en las negociaciones de paz para Ucrania, con tres encuentros celebrados en Estambul entre las delegaciones de Kiev y Moscú a lo largo de este año. Los encuentros dieron pie a varios intercambios de prisioneros. «Lo importante es que esta reunión sea exitosa y productiva», insistió el asesor diplomático del dirigente ruso sobre la próxima cita que, reconoció, fue sugerida por EE UU. El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, que fue recibido el miércoles por el jefe del Kremlin, ha vuelto a demostrar una gran influencia sobre Moscú.
El único punto incómodo de la propuesta estadounidense fue la posible participación del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en las futuras conversaciones, a lo que Rusia se negó. Putin está dispuesto a hablar con él, pero sólo en la fase final de un hipotético proceso de paz. El líder de la exrepública soviética criticó este jueves la organización de una reunión sin que haya antes un alto el fuego: «Las prioridades están absolutamente claras».
Buenas sensaciones
El inquilino de la Casa Blanca ha cambiado en las últimas semanas de posición y se ha aproximado a Rusia o a Ucrania y Europa en función de lo que creyera conveniente. Ushakov aseguró que el reciente encuentro con Witkoff en Moscú dejo muy buenas sensaciones y que permitió, además, confirmar «nuevamente que las relaciones ruso-estadounidenses podrían construirse según un escenario completamente diferente».
Tras su investidura, Trump prometió arreglar el conflicto en 24 horas y en diferentes ocasiones ha mostrado airadamente su frustración con Moscú por las dificultades en el proceso de negociación. Incluso dio un ultimátum al Kremlin, que caduca este viernes, para que sentara las bases para un alto el fuego si no quería recibir sanciones por parte de Washington. Ahora se muestra optimista. «¡Se lograron grandes avances! Todos estamos de acuerdo en que esta guerra debe llegar a su fin, y trabajaremos para lograrlo en los próximos días y semanas», escribió hace un par de días en redes. La agencia Bloomberg apuntó que Rusia se planteaba «una tregua aérea» -cese de los ataques con drones y misiles- para contentar al líder norteamericano.
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