El presidente pide resultados urgentes a Moscú y amenaza con «pasar» del diálogo sobre la tregua al tiempo que la Casa Blanca firma un preacuerdo con Kiev de inversiones para la reconstrucción del país El presidente pide resultados urgentes a Moscú y amenaza con «pasar» del diálogo sobre la tregua al tiempo que la Casa Blanca firma un preacuerdo con Kiev de inversiones para la reconstrucción del país
Estados Unidos Estados Unidos ha advertido este viernes a Rusia que dispone solo de «los próximos días» para determinar si es posible alcanzar una tregua … general en Ucrania. Así lo ha declarado el secretario de Estado, Marco Rubio, un día después de que se reuniera en París con el presidente francés, Emmanuel Macron, una delegación ucraniana encabezada por su asesor presidencial y sendas representaciones políticas y militares de Alemania y el Reino Unido. Los europeos le trasladaron a Rubio y al enviado especial de Trump, Steve Witkoff, su preocupación por la falta de resultados en las negociaciones entre Washington y Moscú.
El jefe de la diplomacia estadounidense, que ha hecho unas declaraciones en el aeropuerto parisino de Le Bourget antes de regresar a su país, ha trasladado al Kremlin el mensaje de que la Casa Blanca pasará a ocuparse de otros asuntos si no obtiene una respuesta creíble sobre la tregua. «Si no es posible, tenemos que pasar a otra cosa. Estados Unidos tiene otras prioridades», sentenció.
No menciono cuáles son esas preferencias, pero en el horizonte más inmediato figura la posible firma de un nuevo acuerdo nuclear en Irán, el conflicto en Gaza y la negociación sobre las tierras raras en Ucrania. La Administración de Trump no descarta sellar este acuerdo el próximo jueves después de días de intensas conversaciones con el lado ucraniano.
La decepción del líder republicano es más que notable. Sentenció que acabaría con las guerras en 24 horas y en casi tres meses de presidencia todavía ninguno de sus intentos ha fraguado. Le molesta en el caso ucraniano que lo que viene en llamar «la guerra de Biden» se convierta ahora en un problema crónico suyo. «El presidente ha dedicado 87 días al más alto nivel de su Gobierno, esforzándose repetidamente por poner fin a esta guerra», ha manifestado el secretario de Estado desde París. Sin embargo, ha añadido, «estamos llegando a un punto en el que debemos decidir y determinar si esto es siquiera posible, por lo que estamos dialogando con ambas partes».
EFE

Washington parece haber dado un giro en su relación con Europa a la vista de la dilación de Moscú, cuyo Gobierno todavía no ha dado muestras de que la tregua resulte una opción «factible». Hace poco más de un mes, Trump ordenó establecer y ahondar en las conversaciones con Rusia sin tener en cuenta ni a la UE ni a la propia Ucrania. Se dijo entonces que Bruselas y Kiev entrarían en la discusión cuando hubiera avances palpables. Pero al no haberse producido desarrollo alguno, su intervención se ha adelantado.
Rubio y Witkoff aceptaron reunirse este jueves con los tres países del continente que figuran en la cabecera de la respuesta europea a la invasión para escuchar sus inquietudes y proporcionarles información. «Creo que el Reino Unido, Francia y Alemania pueden ayudarnos, hacer que avancen las cosas y acercarnos a una resolución. Sus ideas me parecieron muy útiles y constructivas», ha dicho este viernes el secretario de Estado, en lo que se interpreta como un paso de gigante en la relación trasatlántica.
Witkoff, el segundo asesor presidencial para el conflicto del este, el general Keith Kellog, y el propio Rubio han mantenido este viernes una última reunión con la delegación ucraniana en la capital gala. El Gobierno de Volodímir Zelenski ha mostrado su satisfacción más tarde por el hecho de haber sido escuchados después de semanas en las que la Casa Blanca no había contado con ellos. En cuestión de días, el formato de reuniones de París se trasladará a Londres y los dos enviados especiales de la Casa Blanca ya han anunciado que estarán presentes.
Resulta claro además que, tras la reciente y acalorada bronca a Zelenski en el Despacho Oval por parte de Trump, los dos gabinetes han tendido otros puentes. En paralelo a la salida de la delegación americana de París este viernes, el Gobierno de Kiev ha anunciado la firma de un «memorando de intenciones» que «allana el camino» a pactar con EE UU una «asociación económica» de postguerra.
La alianza permitirá establecer las condiciones del denominado Fondo de Inversiones para la Reconstrucción de Ucrania, un plan que aparentemente facilitaría a las empresas estadounidenses tener prioridad y desembarcar en la exrepública para acometer proyectos de recuperación tanto en infraestructuras como sanemientos, transportes o industria, entre otros sectores. Las últimas estimaciones conocidas cifraban el coste de la reconstrucción entre 800.000 millones y un billón de euros, dado el tremendo estado de destrucción del país.
El preacuerdo ha sido anunciado por la viceprimera ministra, Yulia Sviridenko. La también titular de Economía ha mostrado su confianza en que el Ejecutivo kievita «atraiga inversiones» al país mediante este fondo, necesarias para la «modernización» de la castigada infraestructura ucraniana.
Listos para la paz
Por su parte, Rubio ha insistido ante Moscú que ya no queda tiempo para medias tintas. Si la guerra no termina pronto, «creo que el presidente probablemente esté en un punto en el que dirá: ‘Bueno, se acabó’. Así ha querido enviar un último mensaje a las autoridades rusas donde la Casa Blanca se reafirma en que «estaremos listos para ayudar cuando ustedes estén listos para la paz, pero no vamos a continuar este esfuerzo durante semanas y meses», ha reiterado el secretario de Estado al Kremlin. También ha recordado a las autoridades rusas que la guerra tiene lugar en «suelo europeo» y que EE UU puede retirarse del diálogo si lo cree necesario.
EFE

El mensaje confirma el profundo malestar de Donald Trump con Rusia y, particularmente, con Putin por su escasa reacción a los esfuerzos norteamericanos (él mismo ha conversado telefónicamente con el jefe del Kremlin) en favor de un alto el fuego. El líder estadounidense quería ver resultados rápidos, para lo cual se estableció incluso una tregua parcial hace un mes sobre las instalaciones enegéticas que ninguno de los bandos ha respetado. En medio se encuentran las matanzas de la última semana en Kravoi Rog y Sumy, con casi sesenta civiles muertos en ambos bombardeos contra ciudades ucranianas. Los ataques aéreos se suceden casi a diario. Este viernes Moscú ha lanzado drones sobre múltiples localidades y causado la muerte de un ciudadano en Járkov.
Precisamente a la tregua energética, que expira ya después de treinta días de escasos resultados, se ha referido hoy el Gobierno ruso en su inicial respuesta a Marco Rubio. El portavoz Dmitri Peskov ha diho que el hecho de que esta moratoria concluya y que Putin no haya dicho nada sobre si reanudaría sus ataques a las centrales eléctricas de Ucranias indica que «se puede reconocer el progreso» de las conversaciones con Estados Unidos. Justo un día antes, Peskov había lamentado que las negociaciones avanzaban «con dificultades» y que es difícil «hablar de paz» mientras las capitales europeas «se han convertido de repente en halcones de la guerra».
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