El inmigrante alienígena que cree en la Humanidad, el ser que confía en la bondad de los extraños, ese Superman al que dio vida con convicción en su candidez Christopher Reeve por primera vez en 1978, ese hombre de acero es el mismo que interpreta, en la nueva versión, David Corenswet, dotado con similar sonrisa tímida y cuerpo fornido. Otros personajes de cómic viven torturados y sumergidos en dudas por sus poderes o su pasado; Clark Kent-Superman es un tipo agradecido porque la Tierra le haya albergado y a esa alma rinden pleitesía tanto la película de Richard Donner, que abrió la nueva era de adaptaciones de tebeos al audiovisual, como la nueva de James Gunn. Con todo, Reeve no fue el primero en ponerse el traje con la S, porque desde que nació en abril de 1938 en las páginas de Action Comics (en su número uno), Kal-El ha sido carne de versión.
Con dos metros de altura, cien kilos de músculo y un rizo rebelde en su pelo negro, el hombre de acero ha tenido distintos rostros en 85 años de adaptaciones aunque similar apariencia: ahora le acusan de ‘woke’ y proinmigrantes
Con dos metros de altura, cien kilos de músculo y un rizo rebelde en su pelo negro, el hombre de acero ha tenido distintos rostros en 85 años de adaptaciones aunque similar apariencia: ahora le acusan de ‘woke’ y proinmigrantes
Tráiler de ‘Superman’
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El inmigrante alienígena que cree en la Humanidad, el ser que confía en la bondad de los extraños, ese Superman al que dio vida con convicción en su candidez Christopher Reeve por primera vez en 1978, ese hombre de acero es el mismo que interpreta, en la nueva versión, David Corenswet, dotado con similar sonrisa tímida y cuerpo fornido. Otros personajes de cómic viven torturados y sumergidos en dudas por sus poderes o su pasado; Clark Kent-Superman es un tipo agradecido porque la Tierra le haya albergado y a esa alma rinden pleitesía tanto la película de Richard Donner, que abrió la nueva era de adaptaciones de tebeos al audiovisual, como la nueva de James Gunn. Con todo, Reeve no fue el primero en ponerse el traje con la S, porque desde que nació en abril de 1938 en las páginas de Action Comics (en su número uno), Kal-El ha sido carne de versión.
Al primer Superman fuera de los cómics no se le pudo ver, aunque sí oír: The Adventures of Superman fue un serial radiofónico que contó con la voz de Bud Collyer durante la década de los cuarenta. Esa voz, la de Collyer, también la tuvo el Hombre de Acero en su salto al cine, en los nueve míticos cortometrajes animados de Max Fleischer entre 1941 y 1942 (hubo otros ocho posteriores, realmente malos, cuando el estudio de los hermanos Fleischer, comprado por Paramount, se reconvirtió en una productora barata que redujo gastos y calidad). A finales de los cuarenta, en concreto en 1948, el serial para cines Superman fue el primero en contar con un actor de carne y hueso, Kirk Alyn, para dar vida al inmigrante de Kripton. Como homenaje, Alyn encarnó al padre de Lois Lane en la película de 1978.
El primer Superman que dejó marca en el público estadounidense llegó con la televisión y gracias a la serie Aventuras de Superman. En 1951 George Reeves se convirtió en el superhéroe en la película Superman y los hombres topo, y por su éxito saltó a la televisión, en el que lo interpretó durante seis temporadas y 104 episodios de media hora, primero en blanco y negro y luego en color. Un año después de su cancelación, Reeves —que había luchado por mantenerla a flote, incluso dirigiendo episodios— apareció muerto con un balazo en la cabeza, aunque nunca se aclaró si fue un suicidio o un asesinato.
La serie animada para televisión de finales de los sesenta, de nuevo con Bud Collyer poniendo la voz, no aportó nada nuevo a un personaje, que resurgió, y de qué manera, con Christopher Reeve en 1978. Graduado en la legendaria escuela neoyorquina Juilliard (el nuevo, David Corenswet, también se graduó allí), Reeve estaba en el teatro, triunfando en el off Broadway cuando voló a Londres a hacer una prueba. Salió bien, realizó una segunda… Medía 1,93 metros (en los tebeos, se le presupone 1,90 metros y 102 kilos de peso) Richard Donner, director del filme, recordaba lo que les impresionó su aparición, y la sensación de que aquel chaval podía volar de verdad. Reeve se convirtió en un ídolo pop. Hubo una continuación, una discutible tercera parte y una errática cuarta entrega, en la que solo Reeve se tomó en serio el proyecto.
Aprovechando este éxito, en televisión se estrenó en 1988 otra serie animada, esta vez con la voz de Beau Weaver. Y sería la pequeña pantalla la que mantendría encendida la pasión por Superman con Superboy (1988-1992) y, sobre todo, Lois & Clark: las nuevas aventuras de Superman,que desde 1993 y durante cuatro temporadas, explotaron con éxito de audiencia y crítica todo su universo.
Por cierto, Dean Cain, el actor que daba vida a Clark Kent / Kal-El en esta serie, es ahora furibundo seguidor de Donald Trump, y ha sido el que ha atacado la versión de James Gunn, calificándola de woke en TMZ: “¿Cuánto más woke va a hacer Hollywood a este personaje? ¿Cuánto va a cambiar Disney a Blancanieves? ¿Por qué cambian a estos personajes para que adaptarlos a los nuevos tiempos?“. Cain respondía así a una entrevista de Gunn en The Times en la que hace una semana resumía así su película: “Superman es la historia de Estados Unidos, un inmigrante que vino de otros lugares como los que poblaron este país. Aunque para mí es sobre todo una historia que explica que la bondad humana es un valor que hemos perdido”. La cadena Fox ha atacado en diversos programas, para risas de los seguidores del personaje, que el nuevo filme explica que Kal-El es inmigrante: la califican de Superwoke y censura que abrace “temas proinmigrantes”.
A la vez, Superman protagonizó otra joya de la animación: entre 1996 y 2000 Tim Daly puso voz al superhéroe en Superman: la serie animada, nacida de la obra maestra Batman: la serie animada. Y la pequeña pantalla siguió con el fervor por el kriptoniano con Smalville: una década de serie desde 2001 con 217 episodios, en los que Tom Welling bordó a un joven Clark Kent en sus andanzas en la pequeña ciudad de Kansas que da nombre a la serie, y en la que se crio el, entonces, chico de acero.
Con las sagas X-Men, Spiderman y Batman a pleno rendimiento, tocaba la vuelta al cine de Superman. Bryan Singer, que había tenido gran mano con los X-Men, fue contratado por Warner para Superman Returns (2006), con Brandon Routh como un protagonista en un filme que acabó siendo demasiado respetuoso con los filmes pretéritos de Reeve: por su reverencia y su veneración Superman Returns perdió su oportunidad.
Por eso, Warner Bros. buscó otro cineasta capaz de lanzar un reboot con coherencia y encomendó su futuro a Zack Snyder, y a Henry Cavill como el rostro de mandíbula pétrea y mirada azul. El hombre de acero (2013), Batman y Superman: el amanecer de la Justicia (2016) y Liga de la Justicia (2017), en versión de Joss Whedon, y en 2021 en versión Snyder, llevaron a Kal-El a una existencia torturada, a un mundo interior oscuro que nunca le ha sentado bien a un hombre de mentalidad cándida.
El estreno de Superman, que supone además poner a cero casi todo el Universo DC con el inicio de la era James Gunn, ha significado a su vez la cancelación de la serie Superman & Lois, que en estos momentos atraviesa la emisión de su cuarta temporada, yque desarrolla la idea de una familia Kent: Clark Kent (al que da vida Tyler Hoechlin) y Lois Lane regresaron a vivir a Smallville con sus hijos Jon y Jordan.
Tráiler de ‘Superman & Louis’
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Superman fue creado por el escritor estadounidense Jerry Siegel y el artista canadiense Joe Shuster, ambos de familias inmigrantes judías procedentes de Europa en los últimos momentos prebélicos: querían subrayar la bondad del ser humano en contraposición a las decisiones de dictadores como Adolf Hitler. Por supuesto que destilaba apoyo a la inmigración: el alienígena, aunque criado en Kansas, arengaba a la unión entre etnias. En los tebeos llegó a luchar contra el mismo Hitler. En Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay (2001), la novela de Michael Chabon basada en las vidas y la obra de Siegel, Shuster y otros integrantes de la Edad de Oro del tebeo, se lee: “En la última página, el Escapista [el superhéroe creado por los dos primos inmigrantes protagonistas] capturaba a Hitler y lo arrastraba frente a un tribunal mundial. Con la cabeza gacha por la derrota y la vergüenza, Hitler era condenado a muerte por crímenes contra la humanidad. La guerra había terminado. Se declaraba una era de paz mundial”.
Preguntado en Los Ángeles el martes por Variety sobre qué le respondería a las críticas del movimiento MAGA (Make America Great Again, el lema de Trump), Gunn contestaba: “No tengo nada que decirles. No estoy aquí para juzgar a nadie. Es una historia sobre la amabilidad con la que cualquiera puede sentirse identificado”. O como asegura en su promoción: “El acto más rebelde que puedes hacer hoy en día es ser amable”. Superman lleva casi un siglo haciéndolo con distintos rostros, un mismo mensaje y no siendo siempre bien recibido.

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Sobre la firma

Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.
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