El bloque, que representa a la mitad de la población mundial, defiende el multilateralismo y condena los aranceles y los ataques israelíes en Gaza El bloque, que representa a la mitad de la población mundial, defiende el multilateralismo y condena los aranceles y los ataques israelíes en Gaza
Los BRICS, el bloque de formado por países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y considerado un contrapeso frente al poder de EE UU … y Europa occidental, se ha ampliado recientemente a 11 Estados -y tiene una lista de espera de ingreso que sigue creciendo-. Ya representa casi la mitad de la población mundial y cerca del 40% del PIB. El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, ha llamado a la responsabilidad al grupo y ha alertado este lunes, el segundo y último día de la cumbre en Río de Janeiro, contra el negacionismo y el unilateralismo porque están «erosionando el progreso del pasado y saboteando nuestro futuro».
Las declaraciones las ha realizado el anfitrión del encuentro en la apertura de una sesión plenaria para debatir los planes para combatir el cambio climático y ampliar el acceso a la atención médica, especialmente en los países en desarrollo, dos de los objetivos de la presidencia brasileña del grupo. «El Sur Global tiene condiciones de liderar el nuevo paradigma de desarrollo, sin repetir los errores del pasado», ha invitado al resto de líderes de los BRICS.
Lula ha puesto en valor las acciones multilaterales como base de los avances en la promoción del clima y la salud logrados en las últimas décadas, aunque también reconoció los retrocesos, como que el calentamiento global se está produciendo a un ritmo más rápido de lo previsto, mientras que las inversiones en combustibles fósiles siguen siendo elevadas.
«El 80% de las emisiones de carbono son producidas por menos de 60 empresas. La mayoría de ellas operan en los sectores del petróleo, el gas y el cemento», ha señalado el presidente brasileño. «Los incentivos que ofrece el mercado van en contra de la sostenibilidad».
Sin embargo, ha obviado que algunos de los mayores productores y consumidores de petróleo y gas del planeta estaban presentes en la reunión. Como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China. Según Lula, «será necesario triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética», y ha calificado como urgente «impulsar una transición justa y planificada para acabar con el uso de combustibles fósiles y eliminar la deforestación».
Sombra de Trump
Los líderes de los BRICS han retomado la cita bajo la sombra de las amenazas de Donald Trump de imponer un arancel adicional del 10% a los países que se «alineen» con este grupo que considera «antiestadounidense». Aunque sin citar al inquilino de la Casa Blanca, el bloque expresó el domingo en una declaración conjunta su «seria preocupación» por las medidas arancelarias unilaterales que «distorsionan el comercio».
A pesar de no mencionar expresamente al magnate o a Washington, Trump se ha dado por aludido y ha reaccionado en su propia red social, Truth: «A cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS se le cobrará un arancel adicional del 10%. No habrá excepciones a esta política».
El grupo trata de rebajar la tensión. El Kremlin ha restado importancia este lunes al amago del presidente de EE UU y ha subrayado que a los BRICS le mueven intereses comunes y nunca una animadversión hacia terceros países. «Hemos visto ya antes declaraciones similares del presidente Trump», ha dicho el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, quien ha explicado que «la singularidad de los BRICS reside en que es una asociación de países que comparten enfoques comunes, una visión común de cómo cooperar en función de sus propios intereses».
En este sentido, Peskov ha subrayado que «esta interacción dentro de los BRICS nunca ha estado ni estará dirigida contra terceros países», según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax. Antes que Rusia, China también ha salido al paso de estas nuevas amenazas que llegan desde Washington, reafirmando que los BRICS no buscan la «confrontación» contra ningún país, sino la «apertura» y la «cooperación».
En esta cumbre destacan ausencias notables, como la del presidente chino Xi Jinping, el iraní, Masud Pezeshkian, y el ruso, Vladímir Putin, que ha intervenido por videoconferencia tras decidir no acudir por ser objeto de una orden de detención dictada por el Tribunal Penal Internacional debido a presuntos crímenes de guerra en Ucrania.
Condena a Israel
En otro orden de cosas, los BRICS pidieron el domingo un «cese del fuego inmediato, permanente e incondicional» y una «retirada completa de las fuerzas hebreas de la Franja de Gaza». También condenaron «los ataques militares» de junio por parte de Israel y Estados Unidos contra Irán, miembro del bloque, sin citar a estos dos países.
El grupo emitió una declaración específica sobre Inteligencia Artificial (IA) que apoya «firmemente el derecho de todos los países de usufructuar» sus beneficios y «establecer sus propias estructuras regulatorias» sobre esta tecnología.
Se espera que el bloque publique en las próximas horas textos conjuntos sobre cooperación sanitaria y cambio climático. Este último es un tema clave para Brasil, que este año acogerá la COP30 en la ciudad amazónica de Belém.
Desde 2023, la lista de socios de los BRICS se ha ampliado a Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán, incorporados al grupo fundado en 2009 para reforzar el llamado Sur Global.
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