Los cacos reventaron 3.200 cajas de seguridad privadas para llevarse probablemente dinero al contado, joyas, oro y piedras preciosas Los cacos reventaron 3.200 cajas de seguridad privadas para llevarse probablemente dinero al contado, joyas, oro y piedras preciosas
A no menos 30 millones de euros asciende el botín conseguido por los cacos que lograron acceder mediante un butrón a la cámara acorazada de … una caja de ahorros alemana, donde reventaron 3.200 cajas de seguridad privadas, según anunció la policía este martes. Los ladrones tuvieron cinco días para trabajar a destajo aprovechando el cierre de la sucursal de la Sparkasse de Gelsenkirchen en el barrio de Beur de esa ciudad desde la Nochebuena hasta este lunes.
El robo, uno de los mayores que se recuerda en Alemania, afecta a unos 2.500 titulares, algunos con varias cajas, que guardaban sus tesoros personales en ese instituto bancario. Se presume que desde dinero al contado a joyas, lingotes de oro o piedras preciosas como diamantes. Los investigadores han hecho un cálculo aproximado en base a las declaraciones de los perjudicados para sumar esa asombrosa cifra.
Mientras la policía anunciaba el alcance del robo, cientos de personas se congregaban ante la sucursal para saber que había sido de sus pertenencias. El lunes, al conocerse el caso, se produjeron tumultos en la oficina de la caja de ahorros, que la policía tuvo que desalojar por la fuerza para evitar que se viera obstaculizado el trabajo de los peritos policiales y los investigadores.
Un golpe maestro
El robo fue descubierto sobre las 03,58 horas de la madrugada del lunes por los bomberos, que habían acudido a la sucursal bancaria tras activarse la alarma de incendios, que resultó falsa. En una de las habitaciones de la oficina observaron entonces un butrón en la pared que daba a la cámara acorazada con un agujero redondo de grandes dimensiones hecho con un instrumento de perforación profesional.
AFP
Según las primeras investigaciones los cacos lograron acceder a la oficina de la caja de ahorros de Gelsenkirchen a través del edificio de un aparcamiento público anejo. El camino de acceso lleva a través de varias puertas hasta alcanzar una habitación almacén en la propia sucursal, una de cuyas paredes comparte con la cámara acorazada. Tras romper la pared de ladrillo, perforaron el grueso muro blindado con la perforadora especial.
Tras la pista de los ladrones
La policía destacó que cuentan ya con las primeras pistas sobre los autores del robo, sin duda profesionales con experiencia. Varios testigos han declarado haber visto en la noche del sábado al domingo a varios hombres que cargaban grandes bolsas en el aparcamiento del edificio anejo a la caja de ahorros. Ambos edificios se encuentran comunicados al parecer por galerías subterráneas.
Los investigadores han visualizado además las cámaras de seguridad del aparcamiento, que grabaron «un Audi RS 6 negro que a primeras horas del lunes abandona el edificio. En su interior pueden apreciarse varios hombres enmascarados, de los que uno activa la apertura de la barrera para salir a la calle. La matrícula que lleva el vehículo había sido robada antes en Hanover», señaló un portavoz policial.
Entre tanto, medios alemanes revelan que un representante de la compañía de seguros responsable de asumir los daños ha visitado ya la sucursal y advertido de que aquellos que habían suscrito un seguro mínimo, al parecer la mayoría, habrían cometido un «grave error». Un representante de la Sparkasse Gelsenkirchen señaló que todas las cajas asaltadas tienen un seguro obligatorio de 10.300 euros, pero que solo se abonará una cantidad superior a quienes dispongan de un seguro mayor.
Expertos consultados por el tabloide Bild señalaron que los cacos usaron para perforar la pared blindada una broca especial de 350 mm, que con el taladro alcanza un peso de más de 20 kilos. Es necesario apoyarlo en un caballete pesado, porque resulta imposible manejarlo a mano. Los mismos expertos destacaron que para hacer el agujero por el que accedieron a la cámara acorazada, necesitaron trabajar de dos a cuatro horas y refrigerar permanentemente su instrumental. Eso calculando que la pared blindada tiene de 40 a 45 cm de espesor.
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