La actividad sísmica es bastante frecuente en el Lejano Este ruso, pero la intensidad del episodio ha revivido viejos fantasmas y encendido las alarmas La actividad sísmica es bastante frecuente en el Lejano Este ruso, pero la intensidad del episodio ha revivido viejos fantasmas y encendido las alarmas
Este lunes por la noche (martes por la mañana en España) un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter ha sacudido la … península de Kamchatka, en el Lejano Este ruso, dejando algunos daños materiales y numerosos heridos, pero ninguno de gravedad según los medios estatales. El epicentro fue a 150 kilómetros de Petropavlosk de Kamchatka, la capital de la región, y fue el más potente registrado en la zona desde 1952. El seísmo ha obligado a diferentes países de la costa del Pacífico a prepararse para un posible tsunami, como Estados Unidos, Japón, China y México, entre otros.
Debido a la frecuencia de este fenómeno en Kamchatka, los locales no se vieron sorprendidos a pesar de la crudeza del seísmo. «Las paredes estaban temblando» ha comentado un residente de la ciudad de Elizovski al medio ruso ‘Zvezda’. «Es bueno que tuviéremos una maleta preparada, una con agua y ropa al lado de la puerta. La tomamos rápidamente y nos fuimos. Pasamos miedo» ha explicado al mismo canal. En algunas ciudades se han registrado daños materiales en algunos edificios. Según los reportes de agencias como TASS en lo apartamentos los armarios se caían, los espejos se rompían, los coches se tambaleaban y los balcones de las casas temblaban mientras duraba el terremoto. Ha habido cortes de luz y de señal de Internet móvil en la región.
A media tarde, hora de España, el Servicio Geofísico de la Academia de Ciencias de Rusia ha anunciado la erupción del Kliucevskaya Sopka, el volcán activo más alto de Eurasia con 4.800 metros de altura. La localidad más cercana se encuentra a 30 kilómetros y en ella residen aproximadamente 4.500 personas. Este ha entrado en erupción al menos 110 veces, almenos 15 de ellas en este milenio en diferentes ocasiones como 2007, 2010, 2015 y 2023, entre otras. Aunque esta zona está escasamente poblada (toda la península tiene 300.000 habitantes a pesar de que casi la superfície de España), muchos aviones la sobrevuelan, por lo la erupción puede provocar problemas en los viajes aéreos.
Este miércoles el centro oncológico de Kamchatka se ha visto obligado a proseguir con las operaciones durante los temblores. Han explicado a ‘Komsomolskaya Pravda’ médicos presentes en la operación como Liubov Tsiplakova que «era imposible detener el proceso, el paciente estaba anestesiado, lo cual era peligroso». Ha añadido en su testimonio que la idea que tenían era que «pase lo que pase, por mucho que tiemble, ¡la operación debía hacerse!». La extirpación del tumor de ovario de la paciente ha sido un éxito médico a pesar de las dificultades añadidas para el personal sanitario.
Otros residentes han tenido más problemas para mantener la compostura, como es el caso de una mujer citada por medios independientes rusos. «He vivido en Kamchatka por 42 años, pero es la primera vez que sentí un terremoto así. Grité mucho ‘Dios ayudáme’ a pesar de que suelo estar calmada durante los terremotos. Todo en casa se rompió», ha explicado.
El departamento regional del Ministerio de Emergencias ruso ha declarado que la mayoría de edificios han aguantado el golpe, con la excepción de una guardería que estaba reformándose. «Según los resultados de la inspección realizada, no hay heridos graves ni víctimas. Entre los daños se encuentra el derrumbe de una de las paredes de la guardería n.º 15 en Petropávlovsk-Kamchatki. La guardería estaba en obras, por lo que no había niños dentro, y el personal fue evacuado rápidamente, por lo que no hubo víctimas» ha confirmado el gobernador local Vladímir Solodov al canal Rossiya 24. Debido a la excepcionalidad, el mismo dirigente regional ha anunciado una reducción de la jornada laboral en Petropavlovsk de Kamchatka.
Donde sí hubo algunos destrozos relevantes fue en las islas Kuriles, parte de Rusia, situadas entre la península de Kamchatka y Japón. Allí ha llegado un tsunami que ha anegado parte de las islas norteñas, aunque gracias a una rápida evacuación, no hay víctimas. Actualmente el puerto de Severo-Kurilsk y la empresa pesquera Alaid siguen inundados. Valery Limarenko, el gobernador de las Kuriles, ha anunciado que se ha restablecido el suministro eléctrico y que los habitantes de la zona norte de este territorio ya han regresado a sus hogares. «Aún no hay información sobre la destrucción» ha admitido en el canal de televisión Rossiya 24. También ha mencionado que aún hay riesgo de tsunami en la parte costera de la isla de Paramushir, del mismo archipélago.
El Servicio Geofísico Unificado de la Academia Rusa de Ciencias ha declarado que las réplicas, que podrían llegar a ser de magnitud 7,5, podrían producirse a lo largo del mes. El mismo ente público también ha anunciado la posibilidad de que un tsunami de hasta 32 centímetros de altura podría llega a las islas Aleutianas (EE UU). En Kamchatka y en las Kuriles se ha evacuado a 2.700 personas de las zonas más peligrosas, aunque muchas de ellas ya tienen luz verde para regresar a sus hogares.
Zona de terremotos
La actividad tectónica no es algo extraño en la región volcánica más importante de Rusia, a 6.500 kilómetros de Moscú. Se encuentra dentro del Anillo del Fuego del Pacífico, una parte del mundo que concentra dos tercios de los volcanes activos o dormidos. Uno de los mayores activos turísticos de esta parte del país euroasiático es su naturaleza, con géisers y otras formaciones geológicas. Es tan significativo que incluso en su bandera aparecen tres volcanes.
El seísmo ha obligado a los servicios geológicos de diferentes países a activar sus alarmas en países como Japón, Estados Unidos, Canadá, Perú, Chile, Filipinas, entre otros. En esta ocasión las autoridades especializadas apuntan que la causa del temblor fue el choque entre las placas tectónicas del Pacífico con la Euroasiática. En este milenio la zona ya vivió otros terremotos en 2006 y 2007, en las cercanías de las Islas Kuriles, de 8,3 y 8,1 grados respectivamente. Provocaron un tsunami de baja intensidad que no provocó destrozos relevantes.
Posteriormente, en 2017, la misma Kamchatka vivió un temblor de 7,8 grados cerca de su costa. Tampoco fue destructivo, aunque debido a su naturaleza de terremoto de supercizallamiento, la onda sísmica viajó más rápido que el sonido y eso provocó un estallido sónico que se oyó en poblaciones cercanas.
Sin embargo el peor antecente en la región fue en 1952, cuando sucedió uno de los cinco terremotos más potentes jamás registrados, de 9 grados en la escala de Richter, que causó numerosos daños materiales en la mayor parte de los asentamientos de la zona. En la ciudad de Severo-Kurilsk murieron 2.300 personas, cerca de una tercera parte de los habitantes. Como la mayoría de los residentes provenía de la parte europea de Rusia, donde no suceden terremotos a menudo, no había ni protocolos ni infraestructura preparada para esta situación. El tsunami que se produjo tras el seísmo fue de entre 15 y 18 metros e impactó también en las costas del archipélago de Hawaii, en Estados Unidos.
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