Yair, el primogénito del primer ministro israelí, usa las redes para reventar relaciones diplomáticas y poner en jaque al gobierno de su padre Yair, el primogénito del primer ministro israelí, usa las redes para reventar relaciones diplomáticas y poner en jaque al gobierno de su padre
Quien crea que es difícil ser más radical que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se equivoca. Porque el político del Likud tiene un hijo, … el primogénito, que le deja a la altura del barro. Se llama Yair, tiene 34 años, estudió teatro, reside en Miami y ha logrado convertirse en una figura aún más polémica que la de su padre. No solo en lo político, donde está a partir un piñón con Benjamín, sino también en otros ámbitos, ya que ha estado envuelto en todo tipo de escándalos.
«Desde el río hasta el mar, esta es la única bandera que veréis». Esa frase habitualmente pronunciada por los nacionalistas palestinos, pero acompañada de la enseña israelí, es la introducción a la cuenta de Yair Netanyahu en la red social X, donde vierte todo tipo de veneno para emponzoñar la relación tanto de rivales como de aliados. A Emmanuel Macron le dedicó un «¡que te jodan!» cuando el presidente francés anunció su intención de reconocer el Estado de Palestina.
Y esta semana la ha utilizado para comparar al emir de Catar, Tamim Bin Hamad al Thani, y a su madre, Moza bint Nasser, con Hitler y Goebbels. Al líder catarí, que trata de mediar entre Hamás y el Ejecutivo de su padre, le acusa de financiar al grupo terrorista y le achaca ser «la principal fuerza detrás de la ola de antisemitismo sin precedentes en todo el mundo, no vista desde las décadas de 1930 y 1940». Por si quedaban dudas, las despejó con un «Catar es la Alemania nazi de nuestros días». Son declaraciones que dan alas a quienes sostienen que Yair está tratando de sabotear cualquier intento de alcanzar un acuerdo de alto el fuego.
A esa idea ayuda también su insinuación el martes de que hay elementos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que conspiran contra su progenitor y torpedean sus planes para conquistar toda la Franja de Gaza. La duda está en cuánta influencia ejerce Yair en Benjamín. Y es una pregunta que algunos se plantean desde hace mucho tiempo. El diario ‘Jerusalem Post’ trataba de responderla ya en 2020, tomando como ejemplo un radical cambio de opinión que el mandatario hebreo protagonizó en un solo fin de semana.
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Influencia sobre Benjamín
El 24 de marzo de 2016, jueves, el primer ministro coincidió con su ministro de Defensa y con su jefe de gabinete en la necesidad de castigar a un soldado que había disparado en la cabeza a un palestino que había apuñalado a otro militar en Hebrón cuando ya estaba reducido; el sábado por la noche, sin embargo, se mostró partidario de apoyarle. «¿Qué sucedió esos dos días?», se preguntaba el rotativo israelí. Un antiguo ministro, bajo condición de anonimato, respondió señalando a su hijo Yair. «Los sábados por la noche ya sabíamos que teníamos que esperar lo peor de Bibi. Y eso se ha acentuado con la creciente relevancia de Yair», contó.
Netanyahu no esconde que trata muchos temas con su hijo, aunque sea en la distancia, y que escucha atentamente su opinión desde que en 2015 Yair acabó el servicio militar obligatorio. Y eso a pesar de que ha estado envuelto a menudo en la polémica. Sobre todo por su falta de tacto diplomático. No en vano, incluso la justicia le ha condenado a pagar el equivalente a unos 200.000 euros en varios casos abiertos contra él por difamación. «Es considerado una de las figuras más prominentes de ‘la Máquina del Veneno’», escribe el periodista israelí Shuki Tausig. Es la máquina del fango hebreo, «destinada a difundir mentiras y conspiraciones para promover los intereses políticos de su padre o agendas de extrema derecha».
Prostitutas y periodistas
Pero Yair también ha estado en el ojo del huracán por cuestiones mucho más graves. Un vídeo suyo, grabado ese mismo año, le mostraba hablando sobre la vida llena de lujos que llevaba, y sobre cómo incluso se pagaba prostitutas a costa del erario público. Ahora, a pesar de que las acusaciones de corrupción persiguen a su padre, continúa disfrutando de multitud de privilegios, entre los que se encuentran coche oficial y guardaespaldas. Para tratar de que no salgan a la luz, ha intentado callar a periodistas como Gonen Ben-Yitzhak, para quien incluso pidió una orden de alejamiento que fue finalmente desestimada.
Lidera la ‘máquina del fango’ hebrea y ya ha sido condenado a pagar 200.000 euros por difamaciones
Uno de sus principales objetivos ahora es el periodista Uri Misgav, del periódico progresista ‘Haaretz’, al que exige más de 125.000 euros por haber difundido datos sobre sus viajes cuando él se considera una personalidad cuya ubicación es secreta.
«Es triste ver que el hijo del primer ministro, quien se ha convertido en una figura pública, decide presentar una demanda basada enteramente en la exigencia de vulnerar la libertad de expresión y los principios democráticos del Estado de Israel, que contradice todas las sentencias sobre estos asuntos y carece de fundamento alguno, mientras el demandante se encuentra en Miami, lejos de la compleja situación de seguridad, rodeado de experimentados guardaespaldas del Shin Bet en un apartamento de lujo (con el público israelí pagando por los guardaespaldas, al menos) y atacando brutalmente a militares de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), a las familias de los rehenes y a otros grupos y figuras de opinión israelíes que se oponen a la continuidad de su padre en el cargo», argumenta Misgav en su defensa. Y no es el único que piensa así.
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