Al menos once personas más mueren de hambre mientras Estados Unidos y Catar tratan de evitar la ocupación hebrea Al menos once personas más mueren de hambre mientras Estados Unidos y Catar tratan de evitar la ocupación hebrea
«No vamos a ocupar Gaza; vamos a liberar Gaza de Hamás. La Franja será desmilitarizada y se establecerá una administración civil pacífica, que no … será la Autoridad Palestina, ni Hamás, ni ninguna otra organización terrorista. Esto ayudará a liberar a nuestros rehenes y garantizará que Gaza no represente una amenaza para Israel en el futuro». Así explica el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sus planes para el territorio palestino.
La invasión ha sido, desde que Hamás atentó contra el país hebreo el 7 de octubre de 2023, una de las recomendaciones del ala más dura del Gobierno, y también de un sector de la sociedad que considera una debilidad no entrar con tropas a Gaza para evitar así el asesinato de los rehenes. «Unas pocas personas nos tienen secuestrados a todos nosotros», comentaba un judío ultraortodoxo a este periodista durante una visita a Tel Aviv. «Tendríamos que ocupar ese territorio, expulsar a Hamás, y establecer un gobierno provisional», proponía hace ya casi cinco meses. Parece que, después de casi dos años de bombardeos, ahora esa es la estrategia de Netanyahu.
Enfrente están las familias de los rehenes, que cada vez logran movilizar a más israelíes contra el plan de invadir Gaza City y de utilizar el hambre como arma de guerra. Aunque aún son minoritarias, las manifestaciones contra el Ejecutivo se multiplican y crecen en volumen. Este sábado por la noche las protestas han aunado a miles de personas que comienzan a exigir una huelga general para demostrar la oposición a los planes de guerra de Netanyahu. «La decisión del gobierno de sacrificar a nuestros seres queridos es motivo de gran preocupación», declara el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas.
AFP

Mientras tanto, al otro lado de la frontera, continúan amontonándose los muertos. Ya son más de 61.300 -entre milicianos y civiles-, y en las últimas 24 horas, según el parte de guerra ofrecido por el Ministerio de Sanidad, controlado por Hamás, se han sumado 39 más. Solo siete de ellos perdieron la vida en diferentes combates: 21 buscaban ayuda humanitaria y 11 fallecieron por inanición -elevando a 212 el número de fallecidos por la hambruna que aqueja a la Franja. Esa falta de alimentos provocada por el bloqueo israelí sigue representando un riesgo grave «especialmente entre los niños y los ancianos». Según explicó Mohammed Abu Salmiya, director del Hospital al-Shifa en el norte de Gaza, a la cadena Al Jazeera, «la desnutrición infantil provoca una disminución de la inmunidad y puede provocar la muerte».
No en vano, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas ha hecho un nuevo llamamiento a un alto el fuego, «para evitar que Gaza muera de hambre». La organización considera que es necesario el paso de al menos un centenar de camiones para la consecución de ese objetivo, y que se aprueben rutas seguras para ellos, además de permitir que recuperen la actividad las panaderías locales.
Borrador de acuerdo
Estados Unidos, por su parte, ha incrementado su actividad diplomática para evitar esa invasión de Gaza City que Netanyahu ha aprobado. No en vano, el portal Axios afirmó que el enviado especial de Washington, Steve Witkoff, tenía intención de encontrarse este sábado en Ibiza con el primer ministro catarí Abdulrahman al-Thani, quien trata de mediar para que se apruebe la ansiada tregua entre Hamás y Tel Aviv. Sin embargo, no ha trascendido aún más información sobre este encuentro ‘discreto’ destinado a redactar un borrador de acuerdo para presentarlo a las partes implicadas en el plazo de dos semanas.
Por otro lado, fuentes de Hamás han reconocido al ‘The Times of Israel’ que se están produciendo intensas negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo que desemboque en un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el desarme del grupo terrorista. Pero esos contactos se repiten desde hace 22 meses y nunca llegan a buen puerto.
Incluso en esta coyuntura, muchos residentes en Gaza City, donde se estima que aún vive un millón de personas, se niegan a abandonar sus hogares ante la inminente entrada del ejército hebreo, que ya ha emitido órdenes de evacuación. «Juro por Dios que me he enfrentado a la muerte unas 100 veces, así que para mí es mejor morir aquí», ha afirmado Ahmed Hirz a la cadena catarí Al Jazeera. «Nunca me iré. Hemos pasado por sufrimiento, hambre, tortura y condiciones miserables, y nuestra decisión final es morir aquí», sentencia.
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