La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha inaugurado este miércoles el Congreso Internacional del Trabajo: hacia una internacional laborista, que se celebrará en Madrid durante los próximos dos días. Díaz ha situado la reducción de la jornada laboral en el centro del debate internacional en materia laboral, y lo ha considerado como una de las reivindicaciones más relevantes “de esta época”. Además, se ha enorgullecido de las reformas que su departamento ha sacado adelante en los últimos años, entre ellas la laboral. “Hemos tomado medidas audaces que no se habían tomado en nuestro país”, ha dicho.
La ministra de Trabajo lanza otro dardo a los empresarios en la inauguración del Congreso Internacional del Trabajo: “Nadie tiene derecho a veto, la patronal tampoco”
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha inaugurado este miércoles el Congreso Internacional del Trabajo: hacia una internacional laborista, que se celebrará en Madrid durante los próximos dos días. Díaz ha situado la reducción de la jornada laboral en el centro del debate internacional en materia laboral, y lo ha considerado como una de las reivindicaciones más relevantes “de esta época”. Además, se ha enorgullecido de las reformas que su departamento ha sacado adelante en los últimos años, entre ellas la laboral. “Hemos tomado medidas audaces que no se habían tomado en nuestro país”, ha dicho.
El acto de este miércoles —al que seguirán cuatro mesas de debate el jueves que tendrán los derechos laborales internacionales en el centro de la conversación— ha comenzado con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas causadas por la dana que ha arrasado la provincia de Valencia, y otros municipios del país.
Tras este homenaje, Díaz ha tomado la palabra y ha enumerado los que, en su opinión, son los principales desafíos a los que se enfrenta el trabajo en este momento. “La democracia económica es otro de los grandes retos de esta época”, ha señalado. “La democracia es trabajo decente, que las personas puedan vivir de su trabajo, tener un hogar y pan para dar a sus hijos. Que puedan contar con el Estado cuando una catástrofe como la dana te arrebata todo. Democracia es el poder de la ciudadanía, no de un grupo de poderosos por mucho dinero que tengan. Es la economía la que tiene que estar al servicio de la sociedad”, ha asegurado.
Sin embargo, por encima de todos ellos ha situado la reducción de la jornada de trabajo. Un compromiso que su partido Sumar arrancó al PSOE en el acuerdo de investidura, y que tras el rechazo de las patronales, sacará adelante solo con el apoyo de los sindicatos. “La reducción de la jornada es posible y deseable porque representa un nuevo derecho, una nueva esperanza, y necesitamos que los trabajadores del mundo tengan esperanza”, ha defendido. Díaz ha mantenido que reducir el tiempo de trabajo “va de ganar tiempo de vida, de tener tiempo para ser felices”, y, en definitiva, “para vivir mejor”.
Pese a que a continuación se ha congratulado de que el “proceso” llevado a cabo por su Ministerio en los últimos años ha estado basado en el diálogo social —la vicepresidenta ha hecho una mención especial a la reforma laboral pactada con los agentes sociales—, ha reprochado nuevamente a los representantes de los empresarios (CEOE y Cepyme) su rechazo frontal ante esta iniciativa. “Quienes representan a trabajadores y empresarios tienen voz para defender sus intereses, y se les da la posibilidad a las partes de dejar ahí su impronta. Pero nadie tiene derecho de veto, la patronal tampoco”, ha aseverado Díaz. Según señalan fuentes del diálogo social, el próximo encuentro entre Trabajo y los sindicatos para acordar los parámetros finales de la reducción del horario no está programada todavía.
Globalización
Tras alertar también sobre las desigualdades de género en el acceso al empleo, así como de las violencias que todavía hoy sufren las mujeres en su centro de trabajo, Díaz se ha referido a la automatización y a la irrupción de la inteligencia artificial y los algoritmos en el ecosistema laboral, como herramientas que deben actuar como “aliadas” para los trabajos más pesados, “que son los que enferman a los trabajadores en el mundo”.
Una vez concluido el discurso de Díaz, han intervenido los secretarios generales de los sindicatos UGT y CC OO, Pepe Álvarez y Unai Sordo. “De qué nos sirve defender solo a los trabajadores en el ámbito de los derechos laborales, si cuando tienen que ir a un hospital no hay una sanidad pública que pueda atenderlos”, ha reivindicado Álvarez. “Esa dimensión global es la que hoy está presente en la lucha de los trabajadores del país”, ha añadido.
Una reclamación a la que también ha hecho referencia Sordo. “El mundo del trabajo ha estado en un permanente proceso de transformación vinculado con los avances técnicos, pero también por los distintos intereses económicos y percepciones sociopolíticas sobre cómo había que organizar el mundo y las empresas”. Un nuevo marco que, en opinión del líder de CC OO, toca ahora regular “a través de nuevas formas de derecho laboral”, entre otras facetas.
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