Rafael Nadal, ahora sí, ya se ha retirado. No lo ha hecho a su gusto ni al nuestro porque España cayó en Copa Davis en Málaga de forma extraña, casi maldita, ante Países Bajos. El punto decisivo fue el de dobles y aunque el marcador reflejó una gran igualdad (doble 7-6 para los visitantes) flotaba la sensación de remar contra la corriente en vano. A merced de un destino adverso al adiós del mejor deportista español de todos los tiempos. Todo en esta vida es un lo que pudo ser y no fue, incluso este adiós agridulce pero de fácil digestión.
Rafael Nadal, ahora sí, ya se ha retirado. No lo ha hecho a su gusto ni al nuestro porque España cayó en Copa Davis en Málaga de forma extraña, casi maldita, ante Países Bajos. El punto decisivo fue el de dobles y aunque el marcador reflejó una gran igualdad (doble 7-6 para los visitantes) flotaba la sensación de remar contra la corriente en vano. A merced de un destino adverso al adiós del mejor deportista español de todos los tiempos. Todo en esta vida es un lo que pudo ser y no fue, incluso este adiós agridulce pero de fácil digestión.Seguir leyendo… Rafael Nadal, ahora sí, ya se ha retirado. No lo ha hecho a su gusto ni al nuestro porque España cayó en Copa Davis en Málaga de forma extraña, casi maldita, ante Países Bajos. El punto decisivo fue el de dobles y aunque el marcador reflejó una gran igualdad (doble 7-6 para los visitantes) flotaba la sensación de remar contra la corriente en vano. A merced de un destino adverso al adiós del mejor deportista español de todos los tiempos. Todo en esta vida es un lo que pudo ser y no fue, incluso este adiós agridulce pero de fácil digestión.
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