Trump impone a América Latina su plan de deportaciones bajo la amenaza de aranceles

Colombia es la primera nación que planta cara a la iniciativa para expulsar de EE UU a 11 millones de simpapeles, pero su veto a los vuelos con migrantes apenas duró unas horas Colombia es la primera nación que planta cara a la iniciativa para expulsar de EE UU a 11 millones de simpapeles, pero su veto a los vuelos con migrantes apenas duró unas horas  

Donald Trump funciona en el ring político como un peso pesado. Busca el K.O. Y como Mike Tyson actúa con furia incluso mordiendo la oreja del rival. No se calma hasta que el otro púgil ve mariposas sobre la lona.

Ese guion ha seguido … su primer combate diplomático desde que asumió hace sólo una semana la presidencia de Estados Unidos. Había prometido durante la campaña electoral que iría directo a por la inmigración ilegal, que él considera una cantera de delincuentes. Dicho y hecho. Metió a un grupo de colombianos, esposados y con grilletes, en un par de aviones militares y los mandó de vuelta a su país. Pero Gustavo Petro, antiguo guerrillero de M-19 y hoy presidente de Colombia, prohibió el aterrizaje de esos vuelos en Bogotá por el trato «vejatorio» a sus compatriotas. Trump reaccionó de inmediato e impuso un arancel del 25% a todos los productos colombianos. Golpe al mentón. Petro, que vio cómo cientos de miles de puestos de trabajo en agricultura, minería y energía, estaban en riesgo, dobló la rodilla. Y ahora hasta va a mandar el avión presidencial para recoger a los deportados que no quiere Trump.

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