Hace unos cinco meses, una carga de profundidad sacudió el epicentro de una de las instituciones más longevas en España, Muface, que gestiona las prestaciones sociales a 1,5 millones de funcionarios y sus beneficiarios desde hace 50 años, entre otras, la sanitaria. Este sistema de adscripción obligatoria, por el que los empleados públicos pagan una cuota, luego permite a los funcionarios elegir si reciben su prestación de una aseguradora privada adscrita al concierto de Muface o de la sanidad pública. Y este concierto para atender a los funcionarios, si bien ha ido perdiendo aseguradoras asociadas, se ha ido resolviendo bienio tras bienio o trienio tras trienio sin mayor fricción.
La última licitación se convirtió en polémica por el plantón de las aseguradoras y abrió el debate de si es o no eficaz mantener las mutuas Hace unos cinco meses, una carga de profundidad sacudió el epicentro de una de las instituciones más longevas en España, Muface, que gestiona las prestaciones sociales a 1,5 millones de funcionarios y sus beneficiarios desde hace 50 años, entre otras, la sanitaria. Este sistema de adscripción obligatoria, por el que los empleados públicos pagan una cuota, luego permite a los funcionarios elegir si reciben su prestación de una aseguradora privada adscrita al concierto de Muface o de la sanidad pública. Y este concierto para atender a los funcionarios, si bien ha ido perdiendo aseguradoras asociadas, se ha ido resolviendo bienio tras bienio o trienio tras trienio sin mayor fricción.
Economía