Los principales apoyos del secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, empiezan a guardar la ropa. Con evasivas y sin contundencia alguna, los secretarios generales del PSOE de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, y el de Jaén, Paco Reyes, han eludido dar un apoyo cerrado a favor de la continuidad de Espadas como secretario general. El 15º Congreso Regional, que se celebrará en torno a la última semana de febrero y posiblemente en Granada, aún no ha sido convocado, pero la única y principal duda es si cuajará otra nueva mayoría con otro líder.
El líder del PSOE de Jaén no se pronuncia y el de Sevilla afirma que “a fecha de hoy” el único candidato es el actual secretario general
Los principales apoyos del secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, empiezan a guardar la ropa. Con evasivas y sin contundencia alguna, los secretarios generales del PSOE de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, y el de Jaén, Paco Reyes, han eludido dar un apoyo cerrado a favor de la continuidad de Espadas como secretario general. El 15º Congreso Regional, que se celebrará en torno a la última semana de febrero y posiblemente en Granada, aún no ha sido convocado, pero la única y principal duda es si cuajará otra nueva mayoría con otro líder.
Las agrupaciones de Sevilla y Jaén, las únicas que conservan sus respectivas presidencias de la Diputación, constituyen la columna vertebral del PSOE andaluz desde que este partido perdió la Junta y después gran parte de su poder municipal. Fernández de los Ríos ha sido el principal aval de Espadas en los tres años que lleva como secretario general. El pasado 14 de noviembre aseguró en 7TV sobre el actual líder de los socialistas andaluces: “Es el mejor candidato, pero si hay alguien que quiera que se someta al voto de la militancia”. Este sábado ya no lo valoró, sino que afirmó a un grupo de periodistas: “A fecha de hoy el único candidato que hay es Espadas”.
También Reyes ha ejercido de sostén, pero a lo largo de las últimas semanas no ha querido pronunciarse a favor del actual secretario general. Tampoco en contra, cierto, pero preguntado este sábado si lo apoyaba, calló y recordó una frase que repetía mucho José Antonio Griñán cuando era presidente andaluz: “Cuando lleguemos al río, cruzaremos el puente”. En la SER también habló en pasado del exalcalde de Sevilla: “Ha hecho una labor que yo quiero reconocer. Y eso no es incompatible que ahora, cuando llegue el congreso regional decidamos lo que tenemos que hacer, las personas que van a dirigir ese proyecto y, por supuesto, hacia dónde tenemos que ir”.
Estos pronunciamientos ponen en duda los apoyos a Espadas, pero nada se podrá dar por cierto hasta que el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, emita alguna señal, a lo largo de su intervención este domingo. Ya el viernes, la número dos del PSOE y del Gobierno, María Jesús Montero, se movió en un terreno ambiguo que abría la puerta a la sucesión en varios territorios: “Queremos que el partido esté en forma y eso pasa por revitalizar el proyecto político y algunos liderazgos”. También dejó claro que la decisión sobre los posibles relevos la deben tomar las organizaciones territoriales.
El heterogéneo sector crítico confía en que poco a poco y antes de que se conozcan las fechas del congreso andaluz no sean necesarias unas primarias para dirimir el liderazgo en el PSOE, pero llegado el caso plantearán una propuesta. El secretario del PSOE de Jaén, en cualquier caso, no las teme y recordó que las que enfrentaron a Susana Díaz con Pedro Sánchez salieron bien porque se alzó con la jefatura del Gobierno tras la moción de censura contra Rajoy.
Los críticos quieren hacer ver a la dirección federal que no tienen ningún ánimo de confrontación con Ferraz y que es necesario plantear una alternativa a Espadas porque están convencidos de que hay que presentar una nueva cara que “al menos salga a competir” frente al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, el principal valor del PP en Andalucía. En esta idea ha vuelto a insistir el secretario general de Cádiz, Juan Carlos Ruiz-Boix, quien en sus redes sociales ha apostado por “una renovación” en el PSOE andaluz que les permita ser “la alternativa” que merecen los andaluces.
Este dirigente no fue invitado por Espadas a una reunión que convocó el viernes con el resto de los secretarios generales y con “gente de su confianza”. Esta decisión generó un fuerte malestar no solo en el sector crítico, sino también en otras delegaciones andaluzas.
Tampoco dejó un buen regusto el discurso de 20 minutos que Espadas pronunció en la apertura oficial del 41º Congreso Federal, después de una vibrante intervención de la valenciana Diana Morant por la catástrofe de la dana. El comentario generalizado de muchos delegados al congreso fue que no supo ver que no tocaba enredarse en disquisiciones. Espadas sí provocó los aplausos de los delegados cuando dio las “gracias especiales” a los ex altos cargos de la Junta andaluza que fueron condenados en la sentencia de la pieza política de los ERE y que este verano fueron absueltos parcialmente por el Tribunal Constitucional, como los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.
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