La economía de Estados Unidos era hace nada la envidia del mundo, con una tasa de paro baja, un fuerte crecimiento y una inflación casi controlada. En poco más de dos meses, el daño provocado por la política económica de Donald Trump amenaza con sumir a la primera potencia mundial en la recesión. El presidente de Estados Unidos se dispone a lanzar la mayor andanada de la guerra comercial que ha declarado contra el mundo con lo que llama aranceles “recíprocos”, que no lo son en absoluto. La incertidumbre generada con sus erráticos anuncios ya ha hecho perder fuelle a la economía antes de que llegue este 2 de abril, al que denomina “Día de la Liberación”.
La incertidumbre sobre los aranceles a aplicar y las posibles represalias de sus socios comerciales ya está teniendo efectos sobre la economía
La economía de Estados Unidos era hace nada la envidia del mundo, con una tasa de paro baja, un fuerte crecimiento y una inflación casi controlada. En poco más de dos meses, el daño provocado por la política económica de Donald Trump amenaza con sumir a la primera potencia mundial en la recesión. El presidente de Estados Unidos se dispone a lanzar la mayor andanada de la guerra comercial que ha declarado contra el mundo con lo que llama aranceles “recíprocos”, que no lo son en absoluto. La incertidumbre generada con sus erráticos anuncios ya ha hecho perder fuelle a la economía antes de que llegue este 2 de abril, al que denomina “Día de la Liberación”.
La Bolsa, a la que Trump recurre cuando sube como demostración de su éxito económico, últimamente no hace más que bajar. “Lo escucho de casi todos los clientes, casi todos los líderes, casi todas las personas con las que hablo: están más preocupados por la economía que en cualquier otro momento reciente. Entiendo por qué. Pero ya hemos vivido momentos como este antes. Y de alguna manera, a la larga, lo solucionamos”, ha intentado ver la botella medio llena el consejero delegado de BlackRock, Larry Fink, en el comienzo de su carta anual a los inversores.
El índice S&P 500 ha cerrado su peor trimestre en casi tres años, con un descenso del 4,6%. Los inversores huyen de los activos de riesgo en busca de refugio y hasta el dólar ha dejado de funcionar como tal, lo que ha impulsado sobre todo el precio del oro, cuya cotización ha batido récords y ha vivido su mejor trimestre desde 1986. Mientras, la economía mundial se prepara para el impacto de la guerra comercial de Trump. Los economistas dan por hecho que la agresión proteccionista de su poderoso vecino meterá a México y Canadá en recesión. Las perspectivas también son sombrías para la Unión Europea, pero, además, Trump se está disparando en el pie y el riesgo de una crisis económica en Estados Unidos no deja de crecer.
“Estoy aumentando mis probabilidades de que comience una recesión en algún momento de este año al 40%, frente al 15% de principios de año”, señaló este domingo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s. “Los datos económicos de la semana pasada fueron desconcertantes, incluyendo la caída de la confianza de los consumidores, el gasto de los consumidores en picado y la inflación persistentemente alta. La intensificación de la guerra comercial y los recortes del DOGE [el departamento de eficiencia gubernamental] están detrás de todo esto y, con el anuncio de la semana pasada de grandes aumentos de aranceles a las importaciones de vehículos y los próximos aranceles recíprocos, las cosas seguramente empeorarán”, añadió.
Ni siquiera está claro en qué consistirá el anuncio ni cuándo se aplicarán los nuevos aranceles, a los que el presidente, acaso consciente del daño que está provocando con ellos, ha ido intentando quitar importancia. “Los aranceles serán mucho más generosos de lo que esos países fueron con nosotros, lo que significa que serán más amables de lo que esos países fueron con los Estados Unidos de América durante décadas”, dijo este domingo a bordo del Air Force One, el avión presidencial. “Nos estafaron como nunca se ha estafado a ningún país en la historia y vamos a ser mucho más amables de lo que ellos fueron con nosotros. Pero, a pesar de todo, es un dinero importante para el país”, añadió, indicando también que se anunciarán aranceles para prácticamente todos los países.
China, la Unión Europea, México, Vietnam, Taiwán, Japón, Corea del Sur, Canadá, India, Tailandia, Suiza y Malasia son los países o bloques con los que Estados Unidos tiene un mayor déficit comercial. Aparecen como los más amenazados, al margen del nivel de sus aranceles a los productos estadounidenses. Cada uno prepara sus represalias o su estrategia de negociación. No hay forma de anticipar el nivel de los aranceles “recíprocos” que Trump anunciará, pues no responden a criterios objetivos, sino a una decisión algo arbitraria. Tampoco está claro en qué medida son una herramienta de negociación o una barrera comercial permanente con pretensiones recaudatorias.
Peter Navarro, uno de los principales asesores de Trump en materia comercial, señaló este domingo que espera que los aranceles generen una recaudación fiscal de 600.000 millones de dólares anuales. Incluso sin lograr esa cifra, sería la mayor subida de impuestos aprobada por un presidente en muchas décadas.
Los analistas del banco de inversión Goldman Sachs prevén que la tasa arancelaria media de Estados Unidos aumente 15 puntos porcentuales este año, cinco puntos porcentuales más que su pronóstico anterior, y esperan que Trump anuncie este miércoles aranceles “recíprocos” que promedien el 15% en el conjunto de sus socios comerciales.
Tipos de interés
El banco de inversión calcula que hay un riesgo del 35% de que Estados Unidos entre en recesión en los próximos 12 meses, frente al 20% que estimaba hasta ahora. Goldman ha rebajado su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos para este año del 2% al 1,5% de media, con solo un 1% de crecimiento interanual en el cuarto trimestre. Ante el frenazo económico, sus analistas prevén ahora tres recortes de 0,25 puntos en los tipos de interés de la Reserva Federal, a aprobar en julio, septiembre y noviembre. Eso, a pesar de que esperan que los aranceles impulsen la inflación al 3,5%. Por su parte, JP Morgan, el mayor banco de Estados Unidos, cifró las probabilidades recientemente en un 40%, citando también los aranceles.
La incertidumbre ya está provocando efectos económicos adversos. El Banco de la Reserva Federal de Atlanta apuntó la semana pasada en sus proyecciones a una posible contracción severa de la economía en el primer trimestre del año tras la publicación de varios indicadores negativos.
Según Oxford Economics, los consumidores estadounidenses están hartos, y su confianza está en niveles de recesión ante el creciente temor a una mayor inflación y el deterioro de las perspectivas económicas. “Es posible que nos convenzamos a nosotros mismos de que estamos en recesión, al igual que las crecientes expectativas de inflación pueden convertirse en una profecía autocumplida”, señala Bob Schwartz, economista de dicha firma. “Pero es difícil saber cuándo los sentimientos tienen un impacto significativo en el comportamiento. La economía ha tenido un buen comportamiento en el pasado cuando los hogares estaban en crisis, pero es raro que se produzca una mentalidad tan sombría y pesimista tan alejada de una recesión, sobre todo después de un año de resultados excepcionales”, añade. Según Schwartz, hay indicios de que las pésimas lecturas de confianza están empezando a frenar el gasto de los consumidores.
Los mal llamados aranceles recíprocos se suman al resto de medidas proteccionistas impuestas por Trump. Estados Unidos ya está aplicando tarifas del 25% a las importaciones de aluminio y acero. Ha impuesto aranceles adicionales del 20% a las importaciones chinas (salvo las de pequeño importe, que sus aduanas fueron incapaces de procesar). Además, también está gravando con un 25% parte de las importaciones procedentes de México y Canadá, aunque dio una moratoria hasta el 2 de abril para la gran mayoría, las que cumplen los requisitos del actual tratado de libre comercio entre los tres países.
El presidente anunció la semana pasada que desde este 3 de abril impondrá aranceles del 25% a la importación de vehículos ligeros y componentes, lo que encarecerá tanto los coches importados como los de fabricación nacional. Desde este miércoles, además, el secretario de Estado, Marco Rubio, podrá imponer aranceles del 25% a todos los países que importen petróleo venezolano, incluido España. Trump ha amenazado con aranceles secundarios a Rusia e Irán y tiene en cartera aranceles sectoriales a los productos farmacéuticos, los microprocesadores, el cobre y la madera, entre otros productos. Sobre la mesa está también la posibilidad de un arancel universal generalizado para todas las importaciones.
Ni siquiera está claro que el panorama se aclare esta semana. El 2 de abril podría terminar siendo simplemente un “trampolín para futuras negociaciones”, según avisan los analistas de Morgan Stanley. “Esto significa que es probable que persistan la incertidumbre política y los riesgos de crecimiento; es cuestión de hasta qué punto”, señalan. Las dudas también se extienden a las posibles represalias de los socios comerciales.
Incluso si los aranceles acaban siendo menos duros de lo que se temía, la incertidumbre creada podría por sí sola hacer que los hogares y las empresas estadounidenses congelen su gasto, lo que perjudicaría a una economía que había estado creciendo a buen ritmo hasta la victoria de Trump en las elecciones.
Entre los próximos indicadores a vigilar está el informe de empleo de marzo, que se publica este viernes. “Es prematuro esperar muchas consecuencias de la guerra comercial y los recortes de DOGE en los datos de empleo, que sugieren un aumento mensual de empleo de casi 150.000″, indica Zandi, de Moody’s. “Cualquier cifra por debajo de 100.000 sería preocupante, y cualquier cifra por encima de 200.000 sería bienvenida. Pero sea cual sea el número de empleos, mientras los aranceles y los recortes de DOGE sigan aumentando, también lo harán las probabilidades de recesión”, concluye.
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