Juicio por ecopostureo: Repsol defiende su compromiso con la sostenibilidad e Iberdrola lo ve incompatible con el petróleo

Los presidentes de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (izq), y de Repsol, Antonio Brufau (dcha), en una foto de archivo.

Casi ocho horas ha durado el careo entre Iberdrola y Repsol por greenwashing en el primer juicio por ecopostureo empresarial celebrado en España. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander ha escuchado este jueves las alegaciones finales de las dos grandes energéticas españolas antes de dejar vista para sentencia la demanda que la mayor eléctrica española, Iberdrola, interpuso en febrero contra la mayor petrolera del país, Repsol —tanto la matriz como dos filiales comercializadoras—, por blanqueo ecológico. Una quincena de mensajes difundidos en la página web corporativa y tres campañas publicitarias que Repsol lanzó en 2023 para mostrar su compromiso con la sostenibilidad son las que Iberdrola ha llevado a los tribunales y ha calificado de “engañosas”.

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 La sesión celebrada en Santander se ha centrado en las conclusiones de los peritos de ambas partes y en las conclusiones de las defensas y queda vista para sentencia  

Casi ocho horas ha durado el careo entre Iberdrola y Repsol por greenwashing en el primer juicio por ecopostureo empresarial celebrado en España. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander ha escuchado este jueves las alegaciones finales de las dos grandes energéticas españolas antes de dejar vista para sentencia la demanda que la mayor eléctrica española, Iberdrola, interpuso en febrero contra la mayor petrolera del país, Repsol —tanto la matriz como dos filiales comercializadoras—, porblanqueo ecológico. Una quincena de mensajes difundidos en la página web corporativa y tres campañas publicitarias que Repsol lanzó en 2023 para mostrar su compromiso con la sostenibilidad son las que Iberdrola ha llevado a los tribunales y ha calificado de “engañosas”.

La petrolera presidida por Antonio Brufau, defendida por el despacho Dentons, se presenta en el mercado como “líder en la transición energética”, algo que la eléctrica pilotada por Ignacio Sánchez Galán, asesorada por los abogados de Ontier, ponen en duda. “No es verdad (…) Repsol es la mayor emisora de CO2 de España. Es como si una empresa de tabaco dice que su misión o ADN es la protección de la salud de las personas”, ha afirmado el abogado que ha representado a Iberdrola en este procedimiento Pedro Rodero, durante su informe de conclusiones.

Por su parte, Repsol ha defendido que no afirma ser sostenible, sino que tiene un compromiso con ello y que es un objetivo a desarrollar progresivamente. En este sentido, el letrado José Antonio Caínzos ha afeado a Iberdrola que haya presentado una demanda con “multitud de errores”. Entre ellos, ha resaltado la elusión del “trilema energético”, que implica que, además de tener en cuenta el aspecto medioambiental, las compañías deben “asegurar el suministro y que no se pare la economía y la vida de los ciudadanos”.

Iberdrola no pide una condena por daños y perjuicios, sino la retirada de determinados mensajes publicitarios y la prohibición de volver a caer en la conducta denunciada. El greenwashing, anglicismo utilizado cuando una empresa se presenta como respetuosa con el medio ambiente cuando en verdad no lo es, es una práctica prohibida por la normativa europea. Sin embargo la directiva que restringe ese tipo de técnica publicitaria esta pendiente de trasposición en el ordenamiento jurídico español. Aun así, la eléctrica ha defendido que la Ley de Competencia Desleal contiene preceptos dedicados a frenar estas conductas.

La vista oral ha comenzado a las nueve de la mañana en punto y se ha iniciado con las periciales que tanto Iberdrola como Repsol han presentado para cuestionar o defender la actuación de Repsol. Un trámite clave para la resolución del conflicto, que se ha alargado más de seis horas, en la que las defensas han puesto todos sus esfuerzos para convencer al juez de sus posturas y contrarrestar la tesis del contrario. En ambos casos se han planteado dos informes: uno desde el punto de vista de la comunicación y otro desde la perspectiva económica. Por parte de la eléctrica han comparecido las consultoras Roman y Nera Economic Consulting; mientras que por parte de la petrolera las encargadas para examinar sus mensajes han sido el economista y experto en el sector energético Fernando Barrera y la consultora LLYC.

Ser o estar comprometido con la sostenibilidad

Gran parte del debate ha estado centrado en si es lo mismo ser sostenible que estar comprometido con la sostenibilidad. Para Iberdrola, es incompatible que la empresa de la competencia se presente como sostenible si la inmensa mayoría de sus ingresos proceden del petróleo. “Ni la razón de ser de Repsol ni su ADN puede ser la lucha contra el cambio climático o el compromiso con la sostenibilidad porque el 99,6% son actividades altamente contaminantes (…) como el petróleo o la industria tradicional de los combustibles fósiles”, ha sostenido su abogado.

En respuesta, la defensa de Repsol ha asegurado que la intención no es “engañar a nadie, ni aunque se quisiera”. “La práctica totalidad de los ciudadanos saben lo que es Repsol”, ha dicho Caínzos durante su informe, al tiempo que ha apuntado que la compañía puede ser calificada de “multienergética” porque los consumidores también saben que, además del sector de los hidrocarburos, invierte en energías renovables.

Para acreditar su tesis, las defensas han interrogado de manera incisiva a los peritos de la otra parte, mientras que estos han intentando mantenerse firmes para defender sus conclusiones contrarias. Ejemplo de ello ha sido cuando el abogado de la eléctrica ha exhibido el Plan Global de Repsol, en el que afirma: “Somos sostenibles en toda nuestra cadena de valor”. No obstante, el economista Fernando Barrera —quien se ha visto obligado a sacar la calculadora para confirmar sus cálculos sobre la reducción de emisiones de carbono de Repsol— ha replicado que esto hace referencia a la “economía circular”.

Lo mismo ha ocurrido cuando Repsol ha inquirido al perito de Nera sobre la necesidad de tener en cuenta la “taxonomía financiera” como base de los compromisos sostenibles. “Si mañana dejara de venderse gasolina, ¿funcionaría el país cuando la inmensa mayoría de vehículos son de combustible?”, ha preguntado su letrado. El consultor ha respondido que “no”, pero, en su opinión, “eso no hace que sea sostenible”.

Visiones opuestas

A lo largo de la jornada, los peritos han ido desgranando las principales ideas en las que se han basado la demanda, en el caso de Iberdrola, y la contestación, en el caso de Respol. El primero en comparecer ha sido el experto en comunicación de Roman (propuesto por multinacional vasca), que ha enfatizado que los mensajes de sostenibilidad de Repsol son “meridianamente engañosos”, pese a ir reforzadas con “imágenes de agua, bosques y hojas”. En este sentido, ha argumentado que el contenido de la página web y las numerosas declaraciones de Brufau y del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, también pueden ser confusos para el consumidor al presentarse como compañía eléctrica comprometida con las energías renovables, cuando, según su análisis, sus actuaciones que son “contrarias a las políticas europeas”.

Esta línea ha sido reforzada después por Nera, cuyo perito ha asegurado ante el juez que Repsol “no es sostenible”, ya que no está cumpliendo con su compromiso con la sostenibilidad para el año 2025. Asimismo, ha puesto en duda la senda marcada para lograr cero emisiones netas en 2050, en línea con lo establecido en el Acuerdo de París, porque sigue invirtiendo “miles de millones en petróleo”. “Se están comprometiendo a hacer lo mínimo posible sin cumplir la normativa”, ha insistido.

Por su parte, los peritos de Repsol han expuesto unas reflexiones totalmente opuestas. El economista Barrera ha iniciado su intervención rebatiendo el informe de Nera: “Cometió [la consultora] un error. Repsol no dice que sea sostenible, sino que está comprometido con la sostenibilidad y es líder en la transición energética”. “Comprometerse con ser sostenible es intentar llegar a ese estadio. Los países del mundo no son sostenibles, las empresas del mundo no son sostenibles. Estamos satisfaciendo las necesidades del presente pero estamos preocupados con el cambio climático”, ha explicado. Así, el perito ha sostenido que, aunque “más del 90% de los ingresos” de Repsol provengan de hidrocarburos, no le impide que sea una “empresa multienergética”. De hecho, ha remarcado que en los últimos años la compañía ha hecho “esfuerzos” para estar en el sector de la electricidad.

Por último, la consultora LLYC ha señalado, por un lado, que Repsol no ha ocultado al consumidor cuál es su “actividad tradicional”, en referencia a las gasolineras. Y por otro, ha cuestionado el análisis de comunicación contratado por Iberdrola, al asegurar que este se limitó a examinar “algunas secciones de la web corporativa y algunas campañas”.

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