«¿Por qué no viste un traje? ¿Está usted en el nivel más alto de la oficina de este país y se niega a usar un traje?», le preguntó Brian Glenn, un youtuber afín a Trump. «Me lo pondré cuando acabe esta guerra», respondió el presidente ucraniano «¿Por qué no viste un traje? ¿Está usted en el nivel más alto de la oficina de este país y se niega a usar un traje?», le preguntó Brian Glenn, un youtuber afín a Trump. «Me lo pondré cuando acabe esta guerra», respondió el presidente ucraniano
En las facultades de Periodismo se ha enseñado durante muchas promociones que los periodistas nunca son noticia… a no ser que les maten. La máxima, … sin embargo, parece hacer caído en el olvido en los últimos años con profesionales que a golpe de polémica se hacen pasar por informadores siendo realmente opinadores que no ocultan sus preferencias políticas. A nivel estadounidense, uno de los más destacados es Brian Glenn, corresponsal jefe del medio Real America’s Voice (RAV), hombre proTrump y desde el pasado viernes, obsesionado con una cuestión de enorme calado: que Volodímir Zelenksi no lleve traje.
Se esperaba que la visita del presidente ucraniando no fuera más allá de ceder ante Estados Unidos y firmar la entrega de sus tierras raras al gigante americano. Lejos de acercarse a la paz, el dirigente del país invadido por Rusia de vio cercado por Donald Trump, su vicepresidente J.D. Vance y una nube de cámaras y periodistas que emitían el insólito vapuleo. Entre los informadores emergió en primera fila la figura de Glenn.
– «¿Por qué no viste un traje? ¿Tiene siquiera un traje? Está usted en el nivel más alto de la oficina de este país y se niega a usar un traje», preguntó el comunicador en las mismas dependendias en las que Elon Musk suele aparecer ante los medios en vaqueros, camiseta publicitaria de Tesla y gorra del movimiento MAGA (Make America Great Again). «Muchos estadounidenses tienen problemas con que no respete la dignidad de esta oficina», recriminó.
Algo confundio, Zelenzki optó por tirar de ironía y porqué no decirlo, cierta mala leche. «Me pondré (un traje) cuando acabe esta guerra. Sí, tal vez, tal vez algo como el tuyo», espetó. Y tomando aire remató visiblemente molesto: «O tal vez algo mejor. No lo sé, ya veremos. Tal vez algo más barato».
El líder ucraniano vestía, como es habitual en él desde que comenzó la invasión rusa, hace tres años, ropa de estilo militar: un pantalón cargo negro y una camiseta del mismo color con una minúscula bandera de Ucrania y un logotipo en forma de tridente en color gris. En la puerta de la Casa Blanca, instantes después de bajarse del coche, Donald Trump ya le había hecho un comentario envenenado sobre su vestimenta.
Buen rollo
No es coincidencia que el magnate republicano y el periodista se hayan fijado en lo mismo. Y es que muchos consideran a Brian Glenn un portavoz no oficial del presidente de EE UU. El corresponsal jefe de Real America’s Voice, cadena que cuenta con más de dos millones de suscriptores en YouTube y casi los mismos en la plataforma Rumble, ha sido uno de los principales anfitriones de los mítines de Trump, actos de retransmitía en directo incluso desde horas antes de que comenzaran. Sus halagos y campañas en su favor le han valido las simpatías del mandatario, que no oculta el buen rollo con él, con guiños y bromas en púiblico. Le debe mucho. Entre otras defensas, llegó a calificar los procesos judiciales contra el republicano de «cacería de brujas de Biden». «Esto es lo que es. Este es el juicio de Biden. Esta es su capacidad, o su esfuerzo en este momento, para sacar al presidente Trump de la campaña electoral».
X Brian Glenn

Joe Sales, uno de sus exjefes, le ha definido como «gente normal dando las noticias a gente normal» y como tal es percibido por el electorado trumpista que se pega por salir en sus reportajes dando sus testimonios. Aprendió a tratar con la gente de a pie durante sus primeros pasos profesionales, cubriendo noticias locales en una cadena afiliada de la ABC en Dallas. Luego pasó a Salem Media Group y Nexstar Media, de donde fue despedido por criticar el confinamiento por la covid.
Comparte su gusto conspiranoico con su pareja, la congresista republicana Marjorie Taylor Green, fiel en su apoyo a Trump y una de las voces del movimiento MAGA. La empresaria no ha dudado en promover opiniones antisemitas, llegó a apoyar la ejecución de destacados políticos demócratas como Hillary Clinton o Barack Obama, a los que también tildó de nazis. Ha apoyado abiertamente la invasión rusa de Ucrania y a Vladimir Putin.
El retorno al Despacho Oval del poderoso empresario ha abierto las puertas de la Casa Blanca a Brian Glenn que en sus crónicas despliega todo tipo de elogios hacia el presidente y su gestión. El propio mandatario le busca en las ruedas de prensa cuando el resto de la prensa le plantea preguntas incómodas, sabedor de que las suyas siempre van cargadas de elogios. Zelenski da buen fe de ello.
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