Carla Bernat, ganadora del Masters de Augusta femenino: “Tengo el fuego y la garra de Jon Rahm”

Cuando Carla Bernat Escuder nació hace 21 años en Castellón, José María Olazabal ya guardaba en el armario dos chaquetas verdes de campeón del Masters (1994 y 1999), así que entre el gran salto generacional y el nerviosismo por estar frente al golfista vasco, Bernat le llamó Larrazábal (por Pablo, el jugador catalán), cuando el año pasado ambos se vieron en Augusta. “¡Ese no soy yo!”, respondió entre risas Olazabal, el mejor heredero de Seve Ballesteros. “¡Lo siento!”, contestó Carla Bernat.

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 La golfista castellonense, de 21 años, habla sobre su juego, sus referentes y sus retos tras hacer historia para el golf español  

Cuando Carla Bernat Escuder nació hace 21 años en Castellón, José María Olazabal ya guardaba en el armario dos chaquetas verdes de campeón del Masters (1994 y 1999), así que entre el gran salto generacional y el nerviosismo por estar frente al golfista vasco, Bernat le llamó Larrazábal (por Pablo, el jugador catalán), cuando el año pasado ambos se vieron en Augusta. “¡Ese no soy yo!”, respondió entre risas Olazabal, el mejor heredero de Seve Ballesteros. “¡Lo siento!”, contestó Carla Bernat.

La anécdota la recordaba divertida este sábado la golfista castellonense después de convertirse en la primera española en conquistar el Masters femenino, el ANWA (Augusta National Women’s Amateur). Las críticas y presiones por no disponer de un torneo femenino condujeron a la creación de esta competición en 2019, aunque solo en categoría amateur, a la que pertenece Bernat. Únicamente la tercera de las tres rondas se disputa en el Augusta National que a partir de este jueves acoge el Masters masculino. En ese escenario se coronó el sábado Bernat en el torneo de aficionadas más relevante del planeta por la legendaria historia que late en Augusta.

“En los dos últimos meses había visto en vídeo las vueltas de Tiger Woods los domingos en Augusta. También vi lo que hicieron Chema Olazabal, Sergio García y Jon Rahm. Es el mejor campo de golf del mundo”, contaba anoche Carla Bernat a EL PAÍS después de una jornada agotadora por la cantidad de compromisos con el Augusta National como campeona del Masters femenino y con el teléfono móvil echando humo por las felicitaciones. “Nada más pegas el primer golpe, cuando bajas por la calle del uno y luego subes, ya sientes algo increíble por estar en este campo. Sientes la historia. Luego es único estar en Amen Corner, los hoyos 11, 12 y 13, aunque mi lugar favorito es el hoyo 16, allí donde Tiger hizo aquel golpe tan alucinante para ganar un Masters”, comenta la castellonense.

En la última jornada, pese a la presión, Bernat mantuvo la calma para firmar otra tarjeta de 68 golpes para un total de -12. Y, asegura, tuvo tiempo y cabeza para saborear el momento. “Delante de la bola estaba muy concentrada, porque además no soy buena en matemáticas y me lío con los cambios de yardas a metros, pero luego entre golpe y golpe iba disfrutando, veía a toda la gente que me estaba siguiendo y sonreía”, añade la española.

Carla Bernat, en un búnker en el hoyo 17 de Augusta.

El triunfo emparenta a Bernat con Seve Ballesteros, Olazabal, Sergio García y Jon Rahm, los otros golfistas españoles que han tocado el cielo en Augusta, los dueños de una chaqueta verde que en el caso de las mujeres no se entrega como premio (Augusta, que no admitió socias en su selecto club hasta 2012, mantiene pese a todo las distancias). Carla, forjada en el Club Costa de Azahar y estudiante de kinesiología en la Universidad de Kansas State, recibió precisamente el abrazo de Olazabal, que la esperaba junto a la casa club cuando entregó la tarjeta. Y ahora la campeona piensa en un tatuaje para inmortalizar esa histórica victoria, quizás, cuenta, la flor de Augusta.

Si con Olazabal le une esa relación divertida, Sergio García la felicitó tras su éxito desde Miami, donde jugaba en la liga saudí, y Bernat recordó cómo el padre del castellonense, Víctor, le ha ayudado con el swing. El último eslabón es Rahm, en quien más se fija la española. “Es mi referente. Con Rahm comparto ese fuego, la garra. Siempre me lo han dicho desde pequeña, que puede que no esté jugando muy bien pero que siempre peleo en el campo. Tengo esa mentalidad ganadora como Rahm. Es un ejemplo muy cercano para mí. Como jugadora, mi punto fuerte es que soy medianamente buena en todo, los hierros, el control de la distancia, los putts largos…”, explica Bernat.

La niña que a los 12 años tuvo que elegir entre el golf y el tenis, igual que Josele Ballester, el campeón del US Open amateur, también castellonense, se convertirá en profesional el próximo verano y dejará atrás una estupenda carrera amateur que habla de la buena salud del golf femenino español. Andrea Revuelta fue cuarta en el Masters femenino, y Carolina López-Chacarra acabó novena. Carla ya piensa en el siguiente reto: “Ahora me toca volver a la realidad, pero al ganar aquí puedo jugar cuatro grandes este año. Va a ser otro sueño hecho realidad”.

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